Qué hacer si sufres de un esquince

Conoce en las siguientes líneas, sobre qué hacer si sufres un esquince. El término se refiere a la lesión de los ligamentos (cordones fibrosos que unen los huesos entre sí y dan estabilidad a las articulaciones) que ocurre al estirar o forzar en exceso estos ligamentos cuando la articulación sufre un golpe o una torsión muy fuerte. Puede afectar a cualquier articulación, siendo más frecuente las de los tobillos, los dedos de las manos, la zona cervical y la rodilla. Se clasifican en tres grados, en función del estiramiento que sufren los ligamentos:

Grado 1. Es leve y las lesiones son microscópicas, manteniéndose la estabilidad de la articulación.

Grado 2. Es mayor y se produce una rotura parcial del ligamento, manteniéndose una estabilidad relativa.

Grado 3. Se produce la rotura total del ligamento y la inestabilidad total.

Los síntomas incluyen inflamación, dolor (al presionar y al mover la articulación), hematoma cuando se rompen vasos sanguíneos, imposibilidad de realizar ciertos movimientos y contracturas.

El diagnóstico lo realiza el médico en función de la descripción del paciente y la observación
 clínica. Suele realizarse una radiografía para descartar la existencia de una lesión ósea y, en ocasiones, una ecografía.

El tratamiento viene pautado por el especialista, reservándose la cirugía para los casos más graves.

Pero antes de llegar a él, lo normal es:

Inmovilizar la zona lesionada utilizando un vendaje de contención flexible. Esto permite colocar la articulación en la posición adecuada para que el ligamento sane correctamente y el tejido lesionado sea reemplazado por tejido sano.

Hacer reposo de la zona afectada. Más tarde, el médico determinará cuánto tiempo más se requiere. Si es en las articulaciones inferiores será necesario utilizar muletas y no apoyar el pie.

Aplicar hielo en la zona afectada. Suele recomendarse 10 minutos cada hora. Debe ponerse una tela o papel para evitar el contacto directo del hielo con la piel, para evitar una quemadura.

Mantener elevada la zona lesionada hasta que nos atienda el especialista.

No consumir fármacos hasta que lo prescriba el médico. Si hay mucho dolor e inflamación, puede tomarse un analgésico o antiinflamatorio.

Posteriormente suele utilizarse un antiinflamatorio tópico (gel o pomada) y una protección elástica (por ejemplo, una tobillera) que puede sacarse por la noche.

Realizar sesiones de rehabilitación en centros especializados y por fisioterapeutas profesionales, cuando lo determine el especialista. No conviene hacerlos por cuenta propia antes del diagnóstico del médico. En la rehabilitación se aplicarán diferentes terapias encaminadas a la recuperación funcional de la articulación dañada como baños de contraste, luz roja, ejercicios adecuados, ultrasonidos, etc.
Si la zona afectada es el tobillo, se deben evitar los tacones altos y utilizar calzado apropiado para realizar cualquier tipo de deporte. La recuperación depende del esguince y del paciente. Se calcula como promedio de 4 a 6 semanas, pero no hay un tiempo exacto. La prevención pasa por realizar estiramientos y calentamiento previo a la realización de ejercicio. Conviene acudir a urgencias en caso de estas lesiones.

Mira el video sobre de que trata el esquince de rodilla y mucho más



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