El acné se produce por nuestras angustias
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La piel es una maravilla, ella protege del mundo exterior a nuestro organismo. Sin embargo, la piel también se resiente de lo que pensamos, de lo que sentimos, de nuestros miedos, de nuestras angustias, del estrés, de la depresión y la manera en que ello se expresa, es a través del enrojecimiento de la piel, de los granos, de poros tapados. Lo que es peor, es que dichas reacciones lo único que hacen, es dañar nuestra autoestima, y más nos salen granos, mas nuestra piel sufre por nuestro estado. Averigua mas sobre esto, en las siguientes líneas
La piel, en especial la de los músculos, o sea, la membrana que los envuelve, memoriza todas nuestras experiencias y también nuestras emociones. Ello explica el porqué el tacto o ciertas técnicas de masaje, como el shiatsu o la práctica taoísta de las energías poseen tan buenos resultados en las manifestaciones psicosomáticas.
La piel además es el reflejo de nuestros problemas de identidad, de nuestras angustias, de nuestros desvelos. De ahí que es frecuente que durante nuestra adolescencia, cuando la aceptación es difícil, aparezcan ciertos granos, ciertas erupciones en nuestra piel.
Incluso las rojeces de nuestro rostro, de nuestra cara, expresan las dificultades que tenemos para aceptar nuestro rostro, sea porque es hermoso, o bien, porque atrae más de lo que deseamos. Y allí, el porqué se enrojece, porque queremos esconderlo, afearlo, para rechazar una imagen, para negarnos a una identidad que no nos atrae.
El acné juvenil también tiene que ver con esta idea. La timidez, el mido a los demás, las dudas, la incertidumbre, todo ello es expresa en nuestra piel a través de los granos.
Para protegerse del mundo externo, la piel cierra sus puertas, es decir, los poros. En otras palabras se engrasa, para que las agresiones reales o imaginarias, resbalen sobe ella. Todo esto dificulta el proceso de autoestima.
Como ves el acné es algo complicado y nuestras angustias pueden desencadenarlo. Para evitar las angustias, las penas, conoce estos 5 alimentos para sentirte genial.
La piel, en especial la de los músculos, o sea, la membrana que los envuelve, memoriza todas nuestras experiencias y también nuestras emociones. Ello explica el porqué el tacto o ciertas técnicas de masaje, como el shiatsu o la práctica taoísta de las energías poseen tan buenos resultados en las manifestaciones psicosomáticas.
La piel además es el reflejo de nuestros problemas de identidad, de nuestras angustias, de nuestros desvelos. De ahí que es frecuente que durante nuestra adolescencia, cuando la aceptación es difícil, aparezcan ciertos granos, ciertas erupciones en nuestra piel.
Incluso las rojeces de nuestro rostro, de nuestra cara, expresan las dificultades que tenemos para aceptar nuestro rostro, sea porque es hermoso, o bien, porque atrae más de lo que deseamos. Y allí, el porqué se enrojece, porque queremos esconderlo, afearlo, para rechazar una imagen, para negarnos a una identidad que no nos atrae.
El acné juvenil también tiene que ver con esta idea. La timidez, el mido a los demás, las dudas, la incertidumbre, todo ello es expresa en nuestra piel a través de los granos.
Para protegerse del mundo externo, la piel cierra sus puertas, es decir, los poros. En otras palabras se engrasa, para que las agresiones reales o imaginarias, resbalen sobe ella. Todo esto dificulta el proceso de autoestima.
Como ves el acné es algo complicado y nuestras angustias pueden desencadenarlo. Para evitar las angustias, las penas, conoce estos 5 alimentos para sentirte genial.
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