Que la dieta no sea un castigo

Muchos y muchas creen que la dieta es un castigo, y la ven así, casi como si fuesen mandamientos que si no cumples iras directo al infierno. Esa no es una buena forma de entender las cosas, pues te sentirás mal, agobiado, y esa no es la idea.

Come de todo

La comida nunca es un castigo, es más, la comida es una bendición, sin ella, no estarías aquí, sin ella ni siquiera tendrías la fuerza suficiente para leer estas líneas, por ello, piensa en la comida como una amiga, pero así como las amigas, las hay buenas y malas. Aquí está el punto de todo, pues por ello, elige a tus amigas buenas.

Por ello, elige aquella comida que te hace bien, que no sea muy calórica y que tu sabes que ayudan a bajar de peso, por ejemplo las que poseen mucha fibra, como verduras y frutas, o incluso los frutos secos, como almendras, etc. Lo importante es que fijes de antemano la cantidad y la frecuencia de comida que necesites. Y lo primordial es que de vez en vez, te saltes tu dieta y comas algo que sepas que engorde pero que sacie tus ganas. Porque alguien que se reprime constantemente no puede ser fuerte.

No te frustres

El hacer una dieta, nos hace estar al límite de la frustración. Que no bajes tantos kilos como esperabas, que el pantalón te aprieta como antes, que tuviste la tentación de comer algún plato prohibido. Todos estos baches en el camino son superables, solo necesitas paciencia, disciplina y comprensión. Los resultados tardan en llegar, pero siempre terminan llegando, de ahí que no bajes los brazos.

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