5 Verdades sobre los herpes bucales

Conoce en las siguientes líneas, de 5 verdades sobre los herpes bucales, también conocidos como “fuegos” en muchos países, y que tanto molestan e irritan nuestras vidas.

Verdades sobre los herpes que nacen en la boca

Los síntomas pueden ser distintos en cada persona {e incluso en una misma persona en diferentes brotes) pero en todos los casos lo habitual es que, antes de que salgan las lesiones, el herpes “avise” con picor en los labios o cerca de la boca, hormigueo e incluso sensación de ardor. Finalmente, aparecen unas pequeñas ampollas o vesículas que acaban transformándose en costras amarillentas. Al caerse dejan la piel rosada.

No se necesitan pruebas para su diagnóstico. Si hay dudas puede tomarse una muestra, realizar un cultivo de la lesión y analizarla, pero no es lo habitual. Lo normal es que con un examen físico de las lesiones por parte del médico se tenga la certeza de que es el virus del herpes el causante. 

Pueden inflamarse los ganglios cercanos. No es raro que se inflamen los que están más cerca (como los del cuello) durante el episodio de herpes, aunque es el especialista quien debe valorar cualquier ganglio inflamado. Dolor de garganta, dificultad para tragar o fiebre pueden acompañar a las lesiones

Tomar el sol puede favorecerlo. Una sobreexposición solar puede provocar el brote pero también puede hacer que se extiendan las lesiones si ya han aparecido. El frío, la menstruación, la fiebre, una gripe, cualquier hecho que origine una bajada del sistema inmunológico o incluso el estrés son situaciones que pueden desencadenar un nuevo brote en personas que ya han tenido un contagio previo con el virus del herpes.

Los parches invisibles ayudan. Hay que usarlos cuando el virus “avisa” de que va a aparecer para disminuir el picor, la sensación de quemazón, la inflamación e incluso la formación de ampollas y costras. Gomo tapan la zona, se disminuye el riesgo de contagio.

Mira este remedio para el herpes bucal



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